El domingo 25 de Febrero, a las cinco de la tarde, salió el
bus de Celanova con un montón de niñas y niños eufóricos en él. Hicimos varias
pausas a lo largo del camino y, después de 14 horas, llegamos a Andorra.
Esa
misma mañana fuimos a alquilar los esquís y un poco más tarde por fin subimos
en teleférico a la estación de montaña. Allí, con los esquís a la espalda,
bajamos por unas escaleras mecánicas hasta la pista de iniciación, donde
empezaron las clases. La primera vez sólo dos fueron capaces de bajar esa
pista, pero a la tarde ese mismo día ya muchos eran capaces de esquiarla. Al
acabar, cansados, fuimos al hotel y colocamos nuestras cosas.
A la mañana siguiente nos tocaba esquiar otra vez: de diez a
doce esquí libre, de doce a dos clases de esquí, a las dos y veinticinco
comíamos y a la tarde de nuevo esquí libre hasta las cinco y media; ese era el
horario. El martes a la tarde fuimos a la piscina del hotel y una hora más
tarde cenamos.
El miércoles el horario de esquí era el mismo, y ya éramos
capaces de bajar las pistas sin problemas gracias a las muchas caídas que
demostraban nuestro gran esfuerzo. Esa
noche, después de cenar, fuimos hasta las doce a una discoteca.
La mañana del jueves, con muchísima nieve, casi todos
buscábamos una excusa para descansar un poco más. Ese día la nieve estaba muy
diferente, más blanda y lenta. Nuestra jornada de mucho trabajo fue compensada
con una tarde noche en el balneario de Caldea, allí, entre piscinas, saunas,
jacuzzis y baños romanos, pasamos parte de nuestra última noche en Andorra.
El viernes el tiempo corría más deprisa. Hacía muy buen día y
todos y todas esquiábamos mucho más rápido, más tiempo y mejor que el lunes… a
la tarde, tras devolver los esquís y las botas, volvimos de regreso en
autobús un montón de niñas y niños que
dormían cada uno en una postura distinta.
El sábado a las 09:30 llegamos a Celanova tras vivir una
semana en la que estuvimos fuera de casa, en un hotel en el que los alumnos/as estábamos
distribuidos en diferentes habitaciones; en la que dispusimos de tiempo libre y
realizamos actividades que nos gustaron como la del balneario de Caldea; y
sobre todo en la que aprendimos a esquiar y disfrutar esquiando con los amigos.
Clara Lamberdina Erbén Vázquez, 2º ESO A
"Ir a Andorra para mí era importante, mucho más que para el resto de la gente que iba... era muy importante porque me considero una persona muy dependiente de mis padres, o al menos me consideraba."
Anxo Buitrago
"Me lo pasé muy bien aunque pensaba que no, porque sólo conocía a 1 persona pero acabé conociéndolos a todos y pasamos muy buenos momentos"
Meritxell Nieto
"El viaje fue una de las experiencias más chulas que he vivido. Fue una de las primeras veces que estuve tanto tiempo seguido con mis mejores amigos"
Noa González
"En el autobús y en el hotel fuimos con unos mayores e hice muchos amigos. Lo pasé muy bien, ya que estuve casi todo el tiempo esquiando."
Brais Alonso
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